Compactación del suelo

Una amenaza grande que sufre el suelo: la compactación

Con este otro proceso de deterioro que es la compactación, el suelo no se traslada de lugar, se queda en el mismo sitio, pero igualmente pierde muchas de sus funciones, pues lo que ocurre es que todos los materiales que componen las diferentes capas del suelo se comprimen, desaparecen los espacios porosos en el suelo, y entonces la circulación de aire y agua se dificulta enormemente.

La única función que el suelo sigue cumpliendo bajo esta condición es la de ser soporte de ciudades y carreteras. Todos hemos visto lo que ocurre cuando se va a efectuar una construcción de alguna de estas dos cosas: lo primero que hacen es “eliminar” (llevarse del sitio) la capa superficial, la cual los ingenieros de construcción dicen que a ellos no les sirve para nada, y comenzar un proceso de compactación con tractores bien pesados para asegurar que los cimientos de las construcciones queden firmes.

Estamos de acuerdo que esto es necesario para poner los cimientos de las construcciones, pero sabiendo el valor y las funciones que la capa superficial tiene para la vida en el planeta, deberíamos lograr que los ingenieros coloquen esas capas superficiales muy productivas en lugares en donde puedan usarse, por ejemplo, para instalar huertas urbanas, o para siembras de otros cultivos. Qué les parece?

¿Cómo podemos saber si un suelo está compactado?

Tratemos de hacer un hueco en él de unos 30 cm de profundidad, y si eso es fácil el suelo no está compactado, pero si es muy difícil probablemente esté compactado. Otra manera es que intentemos empujar una varilla de metal en el suelo. Entre más nos cueste hacer esto, más compactado se encuentra el suelo.

También, podemos observar cómo se ven las raíces de los cultivos. Si las raíces son delgadas, superficiales y deformadas significa que no han encontrado la porosidad necesaria en el suelo para crecer, y adentrarse en él, lo que también indica la presencia de compactación en el suelo.

En un suelo compactado las raíces de las plantas no encuentran aire ni agua por lo que no pueden sobrevivir. E igualmente le pasará a los microorganismos.

Si el suelo está compactado se intensifican otros problemas del suelo, como por ejemplo el movimiento del agua. El agua se queda acumulada en la superficie, no ingresa, por lo que se producen inundaciones, y se puede acentuar la erosión.

También, si el agua no entra o se infiltra apropiadamente en el suelo, no hay acumulación en las fuentes subterráneas y cuando llegue la estación seca, tendremos limitaciones de agua potable.

¿Cómo prevenir y remediar la compactación del suelo?

Veamos cuáles son las principales causas de la compactación del suelo y así podremos saber mejor cómo evitar  que suceda
Hay que saber que la compactación es un fenómeno que no se produce en la pura superficie, sino que el peso recibido repercute en las capas internas del suelo, generando capas compactadas a las que comúnmente se les llama “pie de arado”.
Los suelos con compactación más profunda son los más difíciles de remediar.

Lo que más produce compactación es el uso de mucha maquinaria pesada sobre el terreno o tener muchos animales pisoteando en un área muy reducida por mucho tiempo, lo que conduce a un sobrepastoreo.

Cualquiera de estas dos causas pueden evitarse o prevenirse haciendo una planificación apropiada de las labores o los pastoreos de los animales y tomando en cuenta además la fragilidad del suelo en el que estamos.

Deben usarse maquinarias lo más livianas posibles y que su recorrido por el campo sea variable, que no use siempre los mismos caminos, aplicando todas las técnicas de labranza reducida que existen.

El momento en que debe trabajarse un suelo también es algo muy importante, porque si se hacen labores y está muy húmedo puede dañarse y compactarse mucho. Esto obviamente depende del tipo de suelo, por lo tanto hay que conocerlos bien.

Otro tema importante es el tiempo que los animales permanezcan en cada potrero debe estimarse según el crecimiento del pasto. Este “pastoreo” debe hacerse de manera “racional”, que los animales entren en los potreros cuando el pasto esté ofreciendo sus mejores condiciones nutricionales y que permanezcan en ellos el menor tiempo posible, para que los deterioren al mínimo y permitan una pronta recuperación del forraje. También debe evitarse que los animales pastoreen en terrenos muy quebrados a la libre, porque ellos irán haciendo trillos o caminos fijos por donde recorren el terreno sin riesgo, y lo van compactando. Esas son las graditas que muchas veces vemos en las laderas.

En todo momento debemos evitar la ruptura total de los terrones que componen el suelo que permitirá que las partículas finas se metan y rellenen todos los espacios porosos, debe procurarse que siempre se formen terrones grandes. A esta agregación o formación de partículas grandes en el suelo es lo que se llama estructura del suelo y esto se logra adicionando materia orgánica con frecuencia.

¿Y qué hacer si el suelo ya está compactado?

Las medidas de remediación que podemos usar para descompactar son muchas, pero lo general no es un proceso fácil ni barato. Al suelo es mejor cuidarlo y no compactarlo.

Se puede usar maquinaria especial, que se llama subsolador, y que consiste en un pico horizontal que se inserta en el suelo a la profundidad en donde está la capa y al avanzar el tractor, va rompiéndola.

También se pueden sembrar en esas áreas cultivos con raíces bien fuertes, como el rábano oleaginoso, o algunas especies de maíz o alfalfa, que logran desarrollarse en esos ambientes y agrietan naturalmente esos suelos compactados.

Luego se deja que las raíces de esos cultivos se descompongan allí mismo en el suelo y representan entonces un aporte importante de materia orgánica.

También, se recomienda sembrar sistemas agroforestales o sea una mezcla de árboles y cultivos, para que las raíces de diferentes diseños restituyan el suelo compactado.